jueves, 23 de diciembre de 2010

  La Cumbre de Cancún logra sortear la amenaza del fracaso.

El resultado final son dos papeles, con apartados referidos a temas como adaptación al cambio climático, deforestación, reducción de emisiones, movilización de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2012 para proyectos climáticos en naciones en desarrollo.
En uno de los documentos se asientan los compromisos obligatorios de reducción de emisiones de países industrializados dentro del Protocolo de Kyoto, en el otro las metas voluntarias de los demás países, inclusive Estados Unidos, que nunca quiso ratificar Kioto.

Un Fondo verde

En el Acuerdo de Copenhague, un texto negociado en paralelo por un pequeño grupo de países el año pasado, se habían hecho también compromisos de voluntarios, pero no estaban anclados en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
La idea es que se logre un único pacto global obligatorio para todos, que es lo que está en juego en la próxima conferencia, que se hará en Durban en 2011. En Cancún sólo se pusieron los compromisos en la lista y se asentó que hacen falta pasos más ambiciosos para estabilizar la temperatura de la tierra.
También se expresó, además, que se evitará un vacío después de 2012 cuando vence el primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, se decidió crear un Fondo Verde de financiamiento contra el cambio climático y se asentó por primera vez que la temperatura de la Tierra no debe aumentar más de dos grados.

  

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